“Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” (Eclesiastés 12:7).
RELACION ENTRE LA MUERTE Y NUESTRO CUERPO
En el momento de la concepción Dios pone nuestro espíritu en nuestro cuerpo, así dan cuenta las siguientes escrituras (Eclesiastés 12:7; Zacarías 12:1). El juntar el espíritu con el cuerpo físico es lo que le da vida al cuerpo. Siempre y cuando el alma y el espíritu se encuentren en el cuerpo, éste tiene vida (1 Reyes 17:21–22; Santiago 2:26).
“Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho:(Zacarías 12:1 RV60”)
“Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió. (1 Reyes 17:21-22 RV60)”
La muerte no termina con la existencia del cuerpo, pero sí termina la vida de ese cuerpo. A menos que se embalsame, un cuerpo comienza a descomponerse en el momento de la muerte y eventualmente vuelve a la tierra (Génesis 3:19; Eclesiastés 12:7). La vida es la que le da al cuerpo de uno, su fortaleza física y sus actividades corporales.
“Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.(Génesis 3:19 RV60)”
En el momento de la muerte, sus funciones físicas, intelectuales y emocionales cesan. La muerte física trae consigo el cese de cada una de las sensaciones placenteras y no placenteras que el cuerpo es capaz de percibir.
La vida y la muerte físicas se mencionan en contraste de una con la otra en Filipenses 1.20. No podemos tener las dos al mismo tiempo.
“conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.(Filipenses 1:20 RV60)”
Al momento de la concepción, se nos da la vida física. Y salimos de este mundo por medio de la muerte. La muerte es el resultado del pecado (Romanos 5:12). El diablo es un homicida (Juan 8:44); al tentarnos a pecar, tiene o tuvo, tendríamos que decir, el poder de la muerte.
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.(Romanos 5:12 RV60)”
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. (Juan 8:44 RV60)”
Jesucristo vino “para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo” (Hebreos 2:14; 1 Tesalonicenses 3:5; 2 Timoteo 2.26).
La muerte que viene a través del pecado es obra del diablo, mientras que la vida que viene por medio de la justicia es el resultado de la obra de Jesús (Romanos 5:17).
Continuará…
Pr. Jorge E. Pino Valenzuela.
Octubre 2011
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