jueves, 27 de octubre de 2011

EL LUGAR DONDE ESTAN LOS MUERTOS 002

 

 

EL LUGAR DONDE ESTAN LOS MUERTOS

 

“Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:39–43).

 

PROFUNDIZANDO EN EL CONCEPTO DE HADES.

 

Al hablar sobre Lázaro y el rico, es importante destacar, que al no ser una parábola, podemos extraer un cuadro muy vívido del Hades (Lucas 16:19–31).

 

Había un hombre rico,  que se vestía de púrpura y de lino fino,  y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro,  que estaba echado a la puerta de aquél,  lleno de llagas,  y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico;  y aun los perros venían y le lamían las llagas.  Aconteció que murió el mendigo,  y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham;  y murió también el rico,  y fue sepultado.  Y en el Hades alzó sus ojos,  estando en tormentos,  y vio de lejos a Abraham,  y a Lázaro en su seno.  Entonces él,  dando voces,  dijo:  Padre Abraham,  ten misericordia de mí,  y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua,  y refresque mi lengua;  porque estoy atormentado en esta llama.  Pero Abraham le dijo:  Hijo,  acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida,  y Lázaro también males;  pero ahora éste es consolado aquí,  y tú atormentado. Además de todo esto,  una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros,  de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros,  no pueden,  ni de allá pasar acá.  Entonces le dijo:  Te ruego,  pues,  padre,  que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos,  para que les testifique,  a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.  Y Abraham le dijo:  A Moisés y a los profetas tienen;  óiganlos.  El entonces dijo:  No,  padre Abraham;  pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos,  se arrepentirán.  Mas Abraham le dijo:  Si no oyen a Moisés y a los profetas,  tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.(Lucas 16:19-31 RV60)

 

Todo este relato indica que Jesús se refería a un evento que verdaderamente ocurrió. En muchos casos cuando Jesús contó parábolas, él indicaba que eran parábolas por medio de expresar que el tema a tratar era “semejante” a otra cosa. En otros casos, cuando contó parábolas, no hizo uso de palabras de comparación para indicar que estaba contando una parábola; pero el contexto reveló que se trataba de una parábola.

 

 Las parábolas que Jesús contó siempre se basaron en eventos que podían ocurrir. Nunca incluyó nada que fuera contrario a la realidad, que no pudiera ser cierto, a menos que lo que dijo acerca de Lázaro y el rico fuera la excepción. Por esta razón, deberíamos aceptar el relato acerca de Lázaro como un evento real, o por lo menos como una ilustración que hace uso de cosas que podrían suceder.

 

La palabra tis, del griego, la cual se traduce como “un”, es usada para referirse tanto al rico como a Lázaro en los versos 19 y 20 respectivamente. Tis se usa consistentemente para referirse a personas específicas y conocidas. Una muestra de los escritos de Lucas, por sí sola, prueba que esto es cierto (y para eso, basta que lea algunos textos como por ejemplo Lucas 1:5; 12:16; 13:6; 14:1–2; 15:11; etc.)  Jesús estaba hablando de dos personas que realmente existieron.

 

Si ésta no hubiera sido su intención, no hubiera usado la palabra Tis cuando se refirió a ambos hombres. El mencionar a Lázaro por su nombre es también una indicación significativa en el sentido de que Jesús se estaba refiriendo a una persona real. De hecho, esta es la única parábola en la cual realmente se menciona a alguien por nombre.

 

De manera que, según un examen de este relato, podemos hallar algunas respuestas a ciertas preguntas concernientes al Hades, yo por lo menos encuentro 10 afirmaciones que podemos hacer al analizar el texto... tal vez usted pueda ver más.

 

1) Tanto los justos como los impíos van al Hades. El rico y Lázaro fueron allí.

2) Los impíos son atormentados, y no hay alivio disponible para los que están siendo castigados.

3) Los justos están en un lugar de consuelo.

4) Todos retienen su identidad, y cada uno recuerda lo que sucedió en la tierra.

5) Todos están conscientes de lo que les rodea.

6) Los impíos están separados de los justos por medio de una “gran sima” [un abismo, no una montaña], y ésta impide que los justos y los impíos puedan pasarse de un lado a otro.

7) Todos pueden comunicarse con los demás.

8) Todo mundo es reconocible en la esfera de lo incorpóreo.

9) Hay gente todavía viviendo en la tierra. Los hermanos del rico todavía estaban vivos sobre la tierra.

10) Nadie puede regresar a, ni comunicarse con, los vivientes.

 

El hades está dividido en dos secciones… que pronto observaremos…

 

Dios les bendiga!!!

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Jorge E. Pino Valenzuela

Pastor Evangelista…

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