lunes, 14 de noviembre de 2011

Tergiversación de las Sagradas Escrituras

 

RESPUESTA ABIERTA AL HNO. NATO BADILLA RESPECTO A MI OPINION SOBRE EL TEMA:

 

Saludos Hno. Nato Badilla,

Junto con saludarle en el hermoso Nombre de Jesucristo, le comento respecto a su pregunta que me hizo por Facebook, respecto a cuál era mi opinión respecto a las consecuencias que existe sobre aquellos hombres que practican esta conducta.

 

Lo primero querido hermano, es señalar que existen dos tipos de personas que tergiversan las Sagradas Escrituras, y la división más general que se puede hacer, es aquellos que lo hacen conscientemente y aquellos que lo hacen en ignorancia.

 

Para aquellos que lo hacen en ignorancia, probablemente se puede fijar un punto de inicio común, y es precisamente la falta de preparación en ámbitos exegéticos. Es decir, no cuentan con las herramientas mínimas para interpretar, vale decir, gramática, conocimiento histórico, hábitos de lectura, etc. Podemos citar aquí incluso lo que Jesús dijo a los Saduceos:

 

Entonces respondiendo Jesús,  les dijo:  Erráis,  ignorando las Escrituras y el poder de Dios.(Mat 22:29 RV60)

 

El problema es que las herramientas son dadas a cualquier persona que tenga un corazón dispuesto para aprender… es muchas veces la negligencia del individuo que no le permite adquirir el conocimiento pleno de la verdad revelada en las Sagradas Escrituras.

 

De las siguientes escrituras podemos aprender de que la Biblia y el conocimiento que puede entregarnos está dispuesto para todos, sólo basta pedir a Dios que nos ayude.

 

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría [para aprender de la Palabra. O para cualquier otra cosa],  pídala a Dios,  el cual da a todos abundantemente y sin reproche,  y le será dada.  Pero pida con fe,  no dudando nada;  porque el que duda es semejante a la onda del mar,  que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.  No piense,  pues,  quien tal haga,  que recibirá cosa alguna del Señor. (Santiago 1:5-7 RV60)

 

Pedís,  y no recibís,  porque pedís mal,  para gastar en vuestros deleites.(Santiago 4:3 RV60)

 

Pero también están aquellos que NO ignoran que están haciendo una mala interpretación de las sagradas escrituras:

 

“Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación;  como también nuestro amado hermano Pablo,  según la sabiduría que le ha sido dada,  os ha escrito,  casi en todas sus epístolas,  hablando en ellas de estas cosas;  entre las cuales hay algunas difíciles de entender,  las cuales los indoctos e inconstantes tuercen,  como también las otras Escrituras,  para su propia perdición.  Así que vosotros,  oh amados,  sabiéndolo de antemano,  guardaos,  no sea que arrastrados por el error de los inicuos,  caigáis de vuestra firmeza.  Antes bien,  creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad.  Amén.” (2Pe 3:15-18 RV60)

 

Aquí, el Apóstol Pedro nos señala características de aquellos que son “inicuos” (lit.: carencia de ley (a, negativo; nomos, ley). Se usa de una manera que indica que el significado es sin ley o maldad. Se suele traducir como «iniquidad»).

 

Estos inicuos, son en su mayoría “indoctos e inconstantes”. Características que comparten con aquellos que por ignorancia también “tuercen” las escrituras.

 

Las consecuencias son nefastas. Sin el conocimiento pleno de las Sagradas Escrituras se generan corrientes de herejías que pueden desviar de la verdad bíblica. Por eso el consejo de Pedro dice que el cristiano que presta oídos a estos “maestros del error” son arrastrados al mismo error que ellos.

 

Las advertencias son constantemente repetidas por los Apóstoles, por ejemplo:

 

“Porque éstos son falsos apóstoles,  obreros fraudulentos,  que se disfrazan como apóstoles de Cristo.  Y no es maravilla,  porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.  Así que,  no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia;  cuyo fin será conforme a sus obras.” (2Co 11:13-15 RV60)

 

“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo,  como habrá entre vosotros falsos maestros,  que introducirán encubiertamente herejías destructoras,  y aun negarán al Señor que los rescató,  atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.

 Y muchos seguirán sus disoluciones,  por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado,” (2Pe 2:1-2 RV60)

 

Obviamente, lo peor de esto es que la salvación está en juego a cada momento… tanto para los que tergiversan la Palabra de Dios, como para aquellos que siguen estas doctrinas heréticas.

 

Espero que esto te sirva de algo. Un abrazo

 

Pr. Jorge E. Pino Valenzuela

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