jueves, 3 de noviembre de 2011

MENSAJE DE TRIBULACION, TRIBULACIONES Y GRANDES TRIBULACIONES 001

MENSAJE DE TRIBULACION, TRIBULACIONES Y GRANDES TRIBULACIONES

 

Gracia y Paz a los santos repartidos por todo el mundo… en el Nombre Hermoso de Jesucristo, Dios Manifestado en Carne. (1 Timoteo 3:16)

 

Aquí nuevamente introduciéndonos en un estudio bíblico, en esta ocasión particular de Apocalipsis 7:9-17. Debo reconocer que este libro es, a mi opinión, uno de los más complicados que existe en la Biblia. A esto debo añadir, que mi posición particular es que el libro de Revelaciones tiene un simbolismo particular que no se da en ningún otro libro de la Biblia.

 

No termina allí el problema de la interpretación del libro, sino que añadido a todo lo anterior, la palabra “pronto” [1:1; 2:5; 2:16; 3:11; 11:14; 22:6-7 y 12] aparece a lo menos 8 veces en todo el libro, particularmente, cuando esta palabra tiene un sentido de urgencia, como algo inminente… y no podría ser de otra forma para consolar a los que estaban siendo afligidos en ese momento importante de la historia de la Iglesia (se imagina que Juan les escribiera diciéndoles que en dos mil años más iban a ser ayudados por Dios).

 

Lo que siempre me ha hecho entender esta urgencia, es que la profecía tiene un doble propósito, uno inmediato para dar consuelo a los hermanos del primer siglo, cuando fue escrito por Juan, y uno más profundo y oscuro, para servir en todas las edades en que los cristianos han necesitado ser afirmados en la Palabra de Dios… sin duda, el libro también tiene un tercer propósito y es hablarnos en parte de los acontecimientos futuros… pero para una interpretación correcta, es SIEMPRE importante considerar estos tres aspectos de la profecía, sobre todo con un libro tan lleno de símbolos y significados oscuros.

 

Hecha esta aclaración, en oración introduzcámonos en este pasaje bíblico, que a petición de un hermano en FACEBOOK, he decidido estudiar y presentar en el Blog… Para esto, cito el pasaje principal de estudio y luego dos pasajes, que a mi entender, está muy relacionados (verifique los colores, con los cuales quise relacionar los pasajes).

 

“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.  Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,  diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?  Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.  Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.   Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.”

(Apocalipsis 7:9-17 RV1960)

 

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.  Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.  Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.  Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. (Apocalipsis 21:1-5 RV1960)

 

Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.  En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,  y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.  No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.(Apocalipsis 22:1-5 RV1960)

 

 

No hace muchos días, un hermano, por medio de la red social Facebook, me hizo una pregunta, para la cual, no tenía una respuesta inmediata. Luego de varios días, de estudio y oración al Señor, me dispongo a responderle. Tal vez, no sea la respuesta que estaba buscando, pero creo, que el fundamento bíblico que le presentaré, traerá, a lo menos, luz a la interpretación del texto y su significado original.

 

Apocalipsis 7:9–17, presenta, a mi entender uno de los más maravillosos retratos del estado celestial de los creyentes, que se puede encontrar en todas las Escrituras y un cuadro hermoso de lo que los cristianos de todas las épocas vivirán por la eternidad.

 

Si se examinan las palabras, las frases y las figuras de estos versos, encontraremos que constituyen para esta y todas las edades un refugio a los creyentes perseguidos, gozo para los angustiados y el hermoso final de la carrera para los que inagotablemente han corrido sin desmayar.

 

NO debemos olvidar que estos versículos fueron escritos con el propósito de consolar a cristianos del siglo I que estaban siendo enfrentados con la muerte y que también cumplen con el propósito de dar aliento a los cristianos de hoy día. TODO apocalipsis tiene este doble propósito, la palabra “pronto”, no podría significar dos mil años más para los siervos de Dios en el siglo primero.

 

 La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

(Apoc. 1:1 RV1960)

 

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. !He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.  

(Apoc. 22:6-7 RV1960)

 

Un breve estudio de esta palabra, confirmará que el sentido es de urgencia, como cuando Pablo pidió a su hijo en la fe que lo viniera a ver “pronto”.

 

“Procura venir pronto a verme” (2Ti 4:9 RV1960).

 

IDENTIFICANDO LA MULTITUD

(Versos 9, 11 y 14)

 

El pasaje comienza presentando un cuadro en el que se mira a los redimidos alrededor del trono: “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos” (verso 9). La versión Inglesa KJV añade que “ningún hombre” podía contar. Esto sin duda, significa que el número es tan elevado que sólo Dios es capaz de saber cuántos son.  Algo que apoya definitivamente que NO SÓLO es un pequeño grupito que saldrá de un tiempo limitado (me estoy refiriendo a la Gran Tribulación), sino que es un número que ha ido formándose a través de mucho tiempo. (Luego profundizaremos en esto).

 

El versículo 11 en su primera parte, dice que “todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Esta es la escena del trono que se presentó en el capítulo 4 y que sigue siendo el escenario donde se realiza toda esta actividad.

 

Si usted estudia el pasaje completo desde el capitulo 4 en adelante llegará a ver en esta sección cómo el círculo se ha completado: comenzado en el capítulo 4, con una descripción del trono, a la cual se añadieron los ancianos y los seres vivientes. En el capítulo 5, entraron en escena el Cordero y los ángeles. Ahora, en el capítulo 7, vemos que una innumerable multitud colma la sala del trono.

 

¿Quiénes eran esa multitud?... responderemos en el siguiente texto esta pregunta…!!

 

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Dios le bendiga,

 

Pr. Jorge E. Pino Valenzuela.

Noviembre 2011.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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